¿Qué es un infarto y por qué es crucial actuar rápido?
Un infarto de miocardio, comúnmente conocido como infarto o ataque al corazón, ocurre cuando el flujo de sangre que nutre una parte del músculo cardíaco se bloquea repentinamente. Sin sangre, el tejido cardíaco no recibe oxígeno y comienza a morir. Esta situación es una emergencia médica crítica donde cada segundo cuenta.
La imagen clásica de un infarto que vemos en las películas, con una persona agarrándose el pecho y cayendo al suelo, no siempre es la realidad. A menudo, los síntomas pueden ser más sutiles y desarrollarse lentamente, a lo largo de horas, días o incluso semanas. Reconocer estas señales tempranas es fundamental, ya que el tratamiento rápido puede limitar el daño al corazón y, literalmente, salvar una vida. La frase que los cardiólogos repiten es «tiempo es músculo»: cuanto más tiempo pasa sin tratamiento, mayor es el daño irreversible al corazón.
Los 6 Síntomas Tempranos de un Infarto que No Debes Ignorar
Prestar atención a las señales que envía tu cuerpo es la primera línea de defensa. A continuación, detallamos seis síntomas tempranos de un infarto que todos deberían conocer. Es importante recordar que puedes experimentar uno o varios de estos síntomas, y su intensidad puede variar.
1. Dolor o molestia en el pecho (Angina de pecho)
Este es el síntoma más común asociado con un infarto, pero no siempre se presenta como un dolor agudo e insoportable. Muchas personas lo describen como una sensación de presión, opresión, ardor o pesadez en el centro del pecho. Esta molestia puede durar varios minutos o ser intermitente, apareciendo y desapareciendo. No lo ignores pensando que es solo indigestión o acidez estomacal, especialmente si no es algo que suelas experimentar.
2. Dolor que se irradia a otras partes del cuerpo
El corazón no siempre duele donde está. Es muy característico de un infarto que el dolor del pecho se extienda (irradie) a otras áreas del cuerpo. Las zonas más comunes son:
- Brazos: Especialmente el brazo izquierdo, aunque también puede afectar al derecho.
- Espalda: Generalmente en la zona superior, entre los omóplatos.
- Cuello y mandíbula: Puede sentirse como un dolor de muelas o una tensión inexplicable en la mandíbula.
- Estómago: Puede confundirse con un dolor de estómago o malestar abdominal.
Si sientes una molestia en el pecho acompañada de dolor en alguna de estas áreas, es una señal de alerta máxima.
3. Dificultad para respirar (Disnea)
Sentir que te falta el aire, incluso sin haber realizado ningún esfuerzo físico, es otro síntoma clave. La dificultad para respirar puede ocurrir antes o durante el dolor en el pecho. A veces, es el único síntoma presente. Esto sucede porque el corazón dañado no puede bombear sangre de manera eficiente, lo que provoca que el líquido se acumule en los pulmones, dificultando la respiración.
4. Sudoración fría, náuseas y mareos
Estos síntomas a menudo se confunden con una gripe, una indigestión o un simple mareo. Sin embargo, si aparecen de forma repentina y sin una causa aparente, pueden indicar un infarto. La sudoración fría es particularmente característica: la piel se siente húmeda y pegajosa al tacto, a pesar de no tener calor. Las náuseas, los vómitos y una sensación de aturdimiento o vértigo también son señales que no deben ser subestimadas.
5. Fatiga inusual y extrema
Sentir un cansancio abrumador que no se alivia con el descanso es un síntoma temprano que puede aparecer días o incluso semanas antes de un infarto, especialmente en mujeres. No se trata del cansancio normal después de un día ajetreado, sino de una fatiga debilitante que te impide realizar tus actividades cotidianas. Si te sientes agotado al subir un tramo de escaleras o al hacer la compra, cuando antes no te suponía un esfuerzo, presta atención.
6. Ansiedad o sensación de muerte inminente
El cuerpo a veces sabe que algo grave está sucediendo. Muchas personas que han sufrido un infarto reportan haber sentido una intensa sensación de ansiedad, pánico o la premonición de que algo terrible iba a ocurrir, sin una razón lógica aparente. Este síntoma psicológico es una respuesta del sistema nervioso a la crisis que está viviendo el cuerpo y no debe ser ignorado.
Síntomas de infarto en mujeres: ¿Son diferentes?
Es crucial destacar que las mujeres no siempre experimentan los mismos síntomas de infarto que los hombres. Aunque el dolor de pecho sigue siendo el síntoma más común en ambos sexos, las mujeres tienen una mayor probabilidad de experimentar otros síntomas menos «típicos», como:
- Dificultad para respirar.
- Dolor en la espalda o la mandíbula.
- Náuseas, vómitos o malestar estomacal.
- Fatiga extrema e inexplicable.
Esta diferencia en la sintomatología a menudo lleva a que las mujeres y los médicos subestimen el riesgo, atribuyendo los síntomas a causas menos graves como el estrés, la ansiedad o problemas digestivos. Por ello, es vital que las mujeres estén especialmente atentas a estas señales atípicas.
Factores de Riesgo que Aumentan la Probabilidad de un Infarto
Conocer los factores de riesgo es clave para la prevención. Algunos no se pueden cambiar, como la edad o los antecedentes familiares, pero muchos otros están relacionados con el estilo de vida. Los principales son:
- Hipertensión arterial: Presión arterial alta y no controlada.
- Colesterol alto: Niveles elevados de colesterol LDL («malo»).
- Diabetes: Dificultad para gestionar los niveles de azúcar en sangre.
- Tabaquismo: Fumar daña las arterias y acelera la aterosclerosis.
- Obesidad y sedentarismo: El exceso de peso y la falta de actividad física.
- Estrés crónico: Puede contribuir a la hipertensión y otros factores de riesgo.
- Antecedentes familiares: Tener familiares directos que sufrieron un infarto a una edad temprana.
¿Qué hacer si sospechas que estás sufriendo un infarto?
Si tú o alguien a tu alrededor experimenta alguno de estos síntomas, no esperes. Actúa de inmediato siguiendo estos pasos:
- Llama a emergencias inmediatamente: Marca el número de emergencias de tu país (como el 112 en Europa o el 911 en Estados Unidos). No intentes conducir tú mismo al hospital. El personal de la ambulancia puede empezar el tratamiento en el camino.
- Mastica una aspirina: Si no eres alérgico y el operador de emergencias lo recomienda, masticar una aspirina de adulto (300-325 mg) puede ayudar a disolver el coágulo sanguíneo.
- Mantén la calma y reposa: Siéntate o recuéstate en una posición cómoda y afloja cualquier prenda de ropa ajustada para facilitar la respiración.
- No ignores los síntomas: El mayor error es esperar a que los síntomas desaparezcan. Cada minuto cuenta.
Conclusión: Escucha a tu cuerpo y actúa sin dudar
Un infarto no siempre avisa con un dolor de pecho dramático. Los síntomas tempranos pueden ser sutiles y fáciles de ignorar. Conocer estas 6 señales de alerta, entender que pueden ser diferentes en hombres y mujeres, y saber cómo actuar puede marcar la diferencia entre una recuperación completa y un desenlace fatal. La prevención a través de un estilo de vida saludable es tu mejor herramienta, pero estar preparado para reconocer una emergencia es igualmente vital. No dudes, no esperes: ante la duda, llama a emergencias.
Preguntas Frecuentes sobre el Infarto
¿Un infarto siempre causa dolor en el pecho?
No siempre. Aunque el dolor o molestia en el pecho es el síntoma más común, algunas personas, especialmente mujeres, diabéticos y ancianos, pueden sufrir un infarto sin un dolor de pecho claro. Pueden experimentar otros síntomas como dificultad para respirar, fatiga extrema o náuseas.
¿Cuál es la diferencia entre un infarto y un paro cardíaco?
Son dos problemas diferentes. Un infarto es un problema de «circulación»: un bloqueo en una arteria impide que la sangre llegue al músculo cardíaco. Un paro cardíaco es un problema «eléctrico»: el corazón deja de latir de forma inesperada debido a un fallo en su sistema eléctrico. Un infarto puede provocar un paro cardíaco.
¿Se puede prevenir un infarto?
Sí, en gran medida. Controlar los factores de riesgo es la mejor prevención. Esto incluye mantener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente, no fumar, controlar la presión arterial y el colesterol, manejar el estrés y mantener un peso saludable. Las revisiones médicas periódicas son clave.
¿A qué edad es más común sufrir un infarto?
El riesgo de sufrir un infarto aumenta con la edad. Tradicionalmente, es más común en hombres mayores de 45 años y en mujeres mayores de 55 años (tras la menopausia). Sin embargo, debido a los estilos de vida actuales, cada vez se ven más casos de infarto en personas más jóvenes.